En octubre de 2019 estrené mi show CARMEN 5.0 en Colonia, Alemania y solo tres semanas más tarde emprendí mi primer viaje a Colombia después de veinte años. Fui invitada por la gran directora de teatro Beatriz Camargo para asistir al Festival de Teatro que se había organizado para celebrar sus 50 años sobre el escenario. Beatriz y yo tenemos un largo camino en común, aunque siempre hayamos vivido en dos continentes diferentes. Ella me descubrió cuando yo tenía 25 años. Me vio tocando el violín con mi pareja de entonces, el cantante y guitarrista Ramón Regueira, con quien formé durante muchos años el Dúo Arrabal.
Beatriz Camargo me invitó a participar en su obra Madre Tierra, la cual presentó en la reconocida Tanzwerkstatt en Düsseldorf, Alemania. Yo tocando el violín, metida en medio de una montañita de tierra. No hubiera podido ser de otra manera: Beatriz es una sabia de las tierras de este planeta, por este motivo la tierra forma parte de su concepto escénico.
Años más tarde, yo había cambiado de lado, ya no actuaba en el escenario, sino detrás, delante y alrededor del mismo, organizando giras y produciendo espectáculos. En esta nueva andadura fui yo quien invitó a Beatriz a realizar varias giras por Europa que tuvieron mucho éxito.
Después la invité a dirigir varias obras, pero esta ya es otra historia ...
Veinte años más tarde me encontraba en su maravillosa Maloca presentando mi recién estrenada obra de cabaret musical CARMEN 5.0. En el avión todavía estaba terminando mi traducción al español. Estaba muy nerviosa por presentarme en un ambiente tan profesional y por haber presentado mi nueva obra sólo una vez anteriormente. Además, el público estaría formado únicamente por actores, actrices, bailarines y directores.
¡Qué sorpresa, cuando el público me recibió con los brazos abiertos! Y me acuerdo de mis viajes anteriores con diferentes grupos en el Festival Internacional de Teatro Iberoamericano de Bogotá, y también de mis reflexiones desde entonces. El público colombiano es el mejor del mundo: es abierto, feliz de ver cosas nuevas y sin prejuicios. La misma noche de mi función en Villa de Leyva me llegaron las primeras invitaciones. “¿Cuánto tiempo estarás aún por Colombia?” Al final actué en Barichara, en Bogotá y en varios sitios más. Yo siempre pensaba que los alemanes son los mejor organizados y los más eficaces. Pero no, ahora tengo que corregirme: los colombianos nos superan. En un abrir y cerrar de ojos, Beatriz y sus amigos me organizaron una gira completa. Hice una lectura, tuve una función y un taller en Barichara, trabajé con Beatriz para adaptar la obra para Colombia y terminé mi gira en el famoso teatro LA CANDELARIA en Bogotá. ¡No me lo podía creer!
Tengo la impresión de que los temas que se presentan en CARMEN 5.0, como la emancipación, la autorealización de la mujer, la esperanza de encontrar la felicidad dentro de una misma, tocan los corazones colombianos.
¡Espero poder volver muy pronto!
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